Ni una, ni dos, ni tres… Te descubrimos cinco versiones de uno de los imprescindibles que triunfa una temporada más. ¡Larga vida al rabillo!
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Mirada salvaje
Quizá el estilo te recuerde a ese momento cuando llegas a casa tras una larga fiesta y te miras en el espejo. Es perfecto para las que no son muy mañosas. Pero no te dejes llevar por la primera impresión: un supuesto «caos» (en su justa medida) puede convertirse en un look tremendamente sexy.
¡Pruébalo! La idea es rescatar todos los trazos negros que resisten sobre tu piel de cualquiera de los otros maquillajes. ¿Cómo rematarlo? Trabaja sobre los restos de producto utilizando un rizador de pestañas y alíate con una máscara. Carga bien de producto en la base tanto de las superiores como de las inferiores y ¡diviértete! Da toques con los dedos para lograr este look «descuidado» sin perder un ápice de sensualidad.
¡Pruébalo! La idea es rescatar todos los trazos negros que resisten sobre tu piel de cualquiera de los otros maquillajes. ¿Cómo rematarlo? Trabaja sobre los restos de producto utilizando un rizador de pestañas y alíate con una máscara. Carga bien de producto en la base tanto de las superiores como de las inferiores y ¡diviértete! Da toques con los dedos para lograr este look «descuidado» sin perder un ápice de sensualidad.
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