Las películas favoritas de Eduardo Noriega y...
Las cosas que Eduardo Noriega sabe hacer y las que no
Eduardo Noriega sabe cómo dar calambre a propósito pero no se le da
muy bien hacerse el nudo de la corbata. No es muy hábil respondiendo
entrevistas tipo test pero podría tirarte la mejor caña que te tomarías
nunca. Quedamos con el actor para preguntarle cuáles son sus películas
favoritas y, de paso, le pedimos grabarle mientras hace lo que mejor y
lo que peor se le da.
Las películas favoritas de Eduardo Noriega
"Una peli que te emociona no te deja nunca, suelta Eduardo mientras revela su pasión por el cine de Berlanga y Scorsese, el humor universal de Groucho Marx y la delicadeza de Marion Cotillard. Algún flechazo semejante debió sentir con su última película, Nuestros amantes, un cuento de hadas urbano que me gusta porque no es una historia romántica al uso. Hay diálogos rápidos y sin una gota de almíbar, que me recuerdan a los de Neil Simon (Descalzos por el parque, La extraña pareja...). Y así, nos cuenta las películas a las que siempre vuelve.Una noche en la ópera, de Los hermanos Marx
Tendría 8 años cuando la vi por primera vez, mucho antes de intuir o pensar que pudiera ser actor, y no recuerdo haberme reído más en mi vida. Así empecé a admirar a aquellos genios del humor: Groucho, Chaplin, El Gordo y el Flaco....
Plácido/el verdugo, de Luis García Berlanga
Son mis dos películas favoritas del tándem Berlanga y Azcona (no ha habido en España otro guionista como él), capaces de contar historias tremendas con el humor más inteligente. Las situaciones mordaces de Plácido son insuperables.
La naranja mecánica, de Stanley Kubrick
Fue la primera película que vi de Stanley Kubrick y marcó toda mi adolescencia. De hecho, mi perfil de Twitter es un ojo con una pestaña aumentada, en referencia al protagonista, Alex DeLarge. Me gustan estas pelis de mensajes ocultos.
Al final de la escapada, de Jean-Luc Godard
Fue con esta película cómica y dramática, y con el sublime Jean Paul Belmondo, gamberro, caradura y seductor a partes iguales (uno de esos tipos de quien te gustaría ser amigo), con quien entré en la Nouvelle Vague que, a mis 20 años, me parecía rompedora... y de la que me hice adicto.
La tía Tula, de Miguel Picazo
Una película dura que nunca me deja indiferente. Narrando una historia en apariencia corriente, me impresiona cómo retrata psicológicamente aquella sociedad rígida y oscura de los 60. Pasa el tiempo y cada vez tiene más peso.
Los amantes del Círculo Polar, de Julio Medem
La primera vez que la vi me pilló hipersensible y estuve toda la película conteniendo el llanto. Sentía que las frases de la película me las decían a mí. Al final, me quedé solo en la sala y, por fin, exploté a llorar.
Los olvidados, de Luis Buñuel
Al verla, admiré de golpe a Buñuel. En gran parte por su inquietud para fijarse en los más desfavorecidos. También me gustan mucho Nazarín y El ángel exterminador. Me deja clavado en la pantalla con la fascinación de niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario